Cuando hablamos de “colágeno” solemos hacerlo en singular, pero esto no refleja con precisión la realidad. Hasta la fecha, se han identificado y caracterizado hasta 29 tipos de colágenos distintos en nuestro cuerpo, que se distribuyen por los distintos tejidos, y en proporciones variables. Es decir, no es el mismo colágeno el que está en la piel, que el que está en el cartílago de una articulación, dicho de manera simplificada. ¿Sorprendido/a? Te contamos más sobre los tipos de colágeno en el cuerpo, los suplementos multicolágeno y el origen de sus ingredientes.
Colágeno, ¿qué es?
El colágeno es una proteína presente en el cuerpo humano de forma abundante, ya que representa hasta el 25% de la masa total proteica. Está presente en muchos tejidos, destacando especialmente el hueso, los tendones, los cartílagos y la piel. Los tipos de colágeno que se organizan formando fibras alineadas se conocen como colágeno fibrilar. El colágeno no fibrilar, en cambio, se organiza en forma de mallas o redes.
Tipos de colágeno
Ya hemos comentado que “colágeno” no solo hay uno. De entre todos los tipos de colágeno, los colágenos tipo I, II, III, IV y V representan el 90% del colágeno total del cuerpo, mientras que el resto están en proporción menor. ¡Pero no por ello son menos importantes! Cada tipo cumple su función, o se asocia a otro tipo para funcionar con normalidad.
Cuando se formula un suplemento de colágeno, puede optarse por usar un solo tipo de colágeno, o bien por combinar distintos tipos de esta proteína y así aprovechar las distintas funciones en el cuerpo. Se trataría de un producto multicolágeno. Lógicamente, si hablamos del colágeno como ingrediente, cada uno de los tipos de colágeno provendrá de fuentes distintas. Te contamos en detalle los tipos de colágeno que forman parte de la fórmula de Colágeno Multi Max 5, nuestra fórmula con una mezcla de colágenos reforzada con vitaminas, minerales y nutracéuticos.
Colágeno tipo I
Es el más abundante en nuestro cuerpo. Se encuentra mayoritariamente en la dermis, la capa de la piel entre la epidermis y la hipodermis. La dermis tiene una función de sostén y proporciona elasticidad a toda la piel. Además de en la dermis, este tipo de colágeno también está en huesos, donde aporta resistencia; tendones, ligamentos, y también en la córnea del ojo.
Colágeno tipo II
Se encuentra principalmente en el cartílago, de la que es su proteína principal. El cartílago es un tejido flexible y fuerte que recubre las articulaciones, y da forma a la nariz o las orejas. El colágeno tipo II da resistencia a los tejidos, y junto al ácido hialurónico y los proteoglicanos, contribuye a las propiedades lubricantes del cartílago.
Colágeno tipo III
La molécula de este tipo de colágeno es hasta dos veces más grande que los anteriores. Está muy relacionado con el tipo I, no en vano, también está presente en la piel. Además, forma parte de los tejidos musculares, paredes venosas, paredes del intestino y del útero. Fijándonos en los órganos y tejidos que lo contienen, no es de extrañar que su función principal se relacione con dar sostén a órganos y estructuras que se expanden.
Colágeno tipo V
El colágeno tipo V está presente en la mayor parte del tejido intersticial, es decir, el tejido conectivo que rodea casi todos los órganos del cuerpo. Este tipo de colágeno se encuentra en mayor medida en la la piel, los huesos, la córnea y la placenta. Se asocia al colágeno de tipo I, y su función principal es la de dar elasticidad a los órganos.
Colágeno tipo X
A diferencia de los anteriores, se trata de un colágeno no fibrilar, que tiene forma de red. Se encuentra en el cartílago, tanto el hipertrofiado como el mineralizado o calcificado, por lo que tiene una función clave en el buen funcionamiento de las articulaciones.
Nutrientes relacionados con el colágeno
El colágeno es importante, pero existen otros nutrientes y sustancias que o bien son necesarias para que se forme correctamente, o bien trabajan conjuntamente o tienen funciones asociadas. Se trata de vitaminas, minerales u otros compuestos que participan de alguna manera en que todo funcione correctamente en el cuerpo.
- Vitamina C: La vitamina C interviene en la síntesis normal de colágeno, ya que permite un paso clave para que el colágeno tenga la estructura de hélice que le caracteriza. De esta manera, se relaciona con la actividad normal de los cartílagos, huesos, piel y vasos sanguíneos.
- Aminoácidos y proteínas: el colágeno está formado por aminoácidos, entre los que destacan la glicina y la prolina. Como para la formación de cualquier otra molécula proteica del cuerpo, deberemos asegurarnos de que nuestra dieta aporte suficiente proteína, a través de alimentos proteicos de calidad.
- Magnesio: este mineral contribuye a la síntesis proteica y al mantenimiento de los huesos, entre otras funciones. Puedes consultar todas sus funciones en este artículo sobre las propiedades del magnesio.
- Cobre: contribuye al mantenimiento del tejido conectivo (como cartílago, ligamentos o tendones) en condiciones normales. Se encuentra en mariscos, frutos secos, granos enteros de cereales o legumbres.
Cómo escoger un buen suplemento de colágeno
Colágeno hidrolizado
Lo esencial para escoger un buen colágeno es simple: el cuerpo debe poder absorberlo y aprovecharlo. Por eso, lo importante es que el colágeno esté hidrolizado, para obtener péptidos de bajo peso molecular que sean fácilmente asimilables.
Origen del colágeno
El colágeno, como ingrediente alimentario, puede provenir de distintos orígenes: bovino, porcino, de pollo, de la membrana de la cáscara de huevo, origen marino... En realidad, al cuerpo le resulta indiferente el origen. Lo importante es que el colágeno esté hidrolizado y pueda aprovecharse. Lo que sí es cierto es que cada tipo de colágeno tiene su fuente. El de tipo I y III, bovino y porcino; el tipo II, de pollo; y en la membrana interna de la cáscara de huevo se encuentra colágenos de tipo I, V y X.
Tipos de colágeno adecuados
Ahora que ya sabemos que los tipos de colágeno se distribuyen de manera diferente según el tejido, y tienen funciones distintas, podemos saber qué tipos de colágeno nos interesan más. Por ejemplo, si queremos poner el foco en las articulaciones y ligamentos, nos fijaremos en unos tipos de colágeno concretos, como los que hemos explicado anteriormente. Si el foco está en la piel, los tipos I y III de colágeno, junto con ácido hialurónico, vitaminas y minerales afines a la piel, serán la mejor opción. Puedes encontrarlos en Colágeno Max Skin.
Fórmulas con ingredientes relacionados
En relación con lo anterior, existen nutracéuticos y micronutrientes que, combinados con el colágeno, aportan beneficios concretos para la piel, o para la formación de colágeno y el normal funcionamiento de cartílagos y huesos. Vale la pena buscar fórmulas sinérgicas para aprovechar todas sus propiedades de manera conjunta.
Ahora que conoces más sobre los tipos de colágeno en el cuerpo, y los nutrientes e ingredientes relacionados, tienes la información necesaria para escoger el mejor producto con colágeno para ti.