Cuando se acaba el invierno y empieza la primavera, estamos más expuestos a la luz solar. Los días se alargan y apetece salir a pasear y notar los rayos del sol en la piel. Aunque esto tiene efectos positivos sobre el estado de ánimo o la síntesis de vitamina D, no podemos obviar que el exceso de exposición solar sin protección es perjudicial para la piel y la salud. Además de usar protector solar, potenciar los mecanismos antioxidantes de la piel es una estrategia que, cada vez más, se suele recomendar de manera complementaria. A muchos les sonará el betacaroteno como un nutriente “para ponerse moreno/a”, pero no es exactamente así. Te explicamos el papel del betacaroteno frente al sol y la protección de la piel.
¿Qué es exactamente el betacaroteno?
El betacaroteno es un tipo de carotenoide presente en muchas frutas y verduras, responsable de su pigmentación roja y anaranjada. Además, si lo ingerimos a través de la dieta o de complementos, es capaz de convertirse en vitamina A al absorberse en nuestro organismo. Por eso, se lo conoce también como provitamina A. El mantenimiento de la visión normal, el crecimiento y diferenciación de tejidos, así como la reproducción, son algunos de los procesos que se asocian con la vitamina A.
Los carotenoides que se consumen en la dieta son almacenados en la piel, con niveles más altos en la frente y las palmas de las manos.
Alimentos con betacaroteno y otros carotenoides
El betacaroteno está naturalmente presente en los vegetales, especialmente en frutas y verduras que tienen tonos de color amarillo, naranja, rojo y también ¡verde! Esto es así porque la clorofila de los vegetales de hoja, de color verde, “oculta” el betacaroteno en algunas verduras.
- Zanahoria
- Calabaza
- Espinacas
- Melocotón
- Albaricoque
- Papaya
- Brócoli
Es importante recalcar que el betacaroteno puede encontrarse conjuntamente con otros carotenoides, que, aunque no tengan una acción provitamina A (directamente relacionada con la salud de la piel y mucosas), sí tienen un efecto antioxidante que resulta interesante combinar.
La piel, un órgano protector
La piel es el órgano más grande del cuerpo humano y nos protege ante agresiones externas, por ejemplo: la contaminación del aire, infecciones o la radiación solar. Está compuesta por diferentes capas, incluyendo la epidermis, dermis y la capa de grasa (o subcutánea).
Cómo reacciona la piel a los rayos UVB y UVA
Cuando nos exponemos a la luz del sol, ésta penetra en la piel y puede producir cambios en sus diferentes capas. Entre estos cambios se encuentran el bronceado, una reacción a la agresión de los rayos solares, pero también la piel reacciona con las quemaduras solares, envejecimiento, manchas, arrugas por destrucción de las fibras de colágeno, y cáncer de piel.
La mayor parte de la radiación ultravioleta que recibe nuestra piel es de tipo UVA y en menor cantidad de tipo UVB.
- Los rayos UVA alcanzan la epidermis, la dermis e incluso la capa de grasa, provocando envejecimiento prematuro y lesiones precancerosas.
- Los rayos UVB alcanzan únicamente la epidermis, pero su penetración es mayor, lo que causa quemaduras solares y daños directos sobre el ADN de las células de la piel.
¿Cómo protege el betacaroteno del sol?
El betacaroteno, por su efecto como provitamina A, tiene propiedades saludables para la piel. Además, puede tener un efecto antioxidante, es decir, interceptar radicales libres que dañan la piel y otras estructuras.
Diversos estudios han demostrado que una mayor ingesta de carotenoides se asocia con una disminución del enrojecimiento y quemaduras solares en la piel. Además, la protección solar es efectiva durante más tiempo y cubre más o menos todas las áreas de la piel. Aun así, recalcan que la protección que nos dan los carotenoides como el betacaroteno es un complemento, y la fotoprotección tópica (cremas de protección solar) sigue siendo necesaria.
Una revisión (compendio de la evidencia científica hasta la fecha sobre un tema) publicada en 2020 evaluó el impacto de las dietas ricas en carotenoides (grupo del que forma parte el betacaroteno) y la fotoprotección. Para la evaluación de los efectos biológicos relacionados con la fotoprotección en humanos se realizaron varios estudios de intervención dietética, es decir, se diseñaron distintos tipos de dietas para los participantes, algunas de ellas ricas en carotenoides. Dependiendo del diseño, la mayoría de los estudios mostraron que una mayor ingesta de carotenoides se asocia con una disminución de la reacción al eritema inducida por los rayos UV (quemaduras solares).
Se determinó una mejoría en la reacción de las quemaduras solares después de la intervención dietética con alimentos ricos en carotenoides. Después de una ingestión de 10 semanas de pasta de tomate que proporcionó alrededor de 16 mg de licopeno/día (otro tipo de carotenoide), los niveles séricos de licopeno aumentaron significativamente. Cuando se indujo el eritema con un simulador de luz solar, se observó un efecto protector significativo al final del estudio. (Zerres S, StahlLW, 2020).
Complementos de betacaroteno
Así, ahora ya sabemos que el betacaroteno no sirve tanto para potenciar el bronceado, sino para aumentar discretamente la protección natural de la piel, y no sustituye en ningún momento al uso de cremas solares y otros elementos de protección (como gorras, ropa UPF, sombrillas…). Además de potenciar ciertos alimentos en la dieta, puede ser interesante combinar el betacaroteno con otros carotenoides que actúen de forma sinérgica y aporten un extra para la piel.
Beta-Caroteno, complemento de carotenoides
Beta-Caroteno es un complejo de carotenoides mixtos 100% naturales que han sido extraídos del aceite crudo de palma roja (Elaeis guineensis). ¿Sabías que esta planta es la mayor fuente natural de carotenos (equivalentes de retinol)? Contiene entre 15 y 300 veces más equivalentes de retinol que la zanahoria o el tomate, dos alimentos clásicamente asociados al betacaroteno. Contiene otros carotenoides, como licopeno, alfa-caroteno o gama-caroteno. Puedes consultar todos los detalles aquí.
Si quieres profundizar en los nutrientes, vitaminas y minerales necesarios para una piel saludable, consulta el artículo sobre nutrientes clave para una piel sana y bonita. ¡Cuidarse desde dentro se notará también en el exterior!
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