Beneficios de la Vitamina C
La Vitamina C participa en más de 300 funciones corporales. Interviene en la producción del colágeno, ayuda a la curación de heridas, interviene en la formación de cartílago, huesos, dientes y vasos sanguíneos. Potencia el sistema natural de defensa aumentando la resistencia frente a las infecciones y por sus efectos antioxidantes se relaciona con la protección frente a ciertas patologías crónicas asociadas al estrés oxidativo. Participa de forma activa en los procesos de desintoxicación que se producen en el hígado y reduce los síntomas provocados por las reacciones alérgicas.
Además, facilita la absorción del hierro contenido en los alimentos de origen vegetal por lo que es aconsejable la administración conjunta con un preparado de hierro en el tratamiento de las anemias ferropénicas.
¿Necesitamos Vitamina C?
Los seres humanos no podemos elaborar nuestra propia vitamina C por lo quedebe ser aportada diariamente a través de la dieta. La vitamina C se encuentra casi exclusivamente en las frutas y las verduras pero para aprovecharla debemos proteger estos alimentos de la oxidación del aire, de la luz, de la temperatura ya que de lo contrario, estos factores la destruyen.
Si tenemos en cuenta que esta vitamina apenas se acumula en el organismo y que el 35 % de la población española no consume dos piezas de frutas diarias, es posible que muchos de nosotros, sin presentar carencia, no consigamos las concentraciones adecuadas para obtener los beneficios asociados a esta vitamina.
Las necesidades de esta vitamina se pueden ver incrementadas en diferentes grupos de población como son los ancianos, embarazadas, lactantes, personas convalecientes, personas que padecen ciertas enfermedades que alteran el aprovechamiento de esta vitamina, el estrés, personas que realizan ejercicio físico intenso, la toma de anticonceptivos orales, fumadores o las personas que siguen dietas poco equilibradas con un abuso de carnes rojas y bajo consumo de vegetales. Muchos son los expertos que proclaman que los valores de referencia nutricionales para la vitamina C son insuficientes para conseguir unas concentraciones óptimas en nuestros tejidos y defienden utilizar unas dosis más elevadas de vitamina C a las cuales los estudios han demostrado los verdaderos efectos antioxidantes en la prevención de enfermedades crónicas o en la protección frente a las infecciones.
Escoge bien. No todas las vitaminas C son iguales
La administración de ácido ascórbico o vitamina C puede generar molestias gastrointestinales que pueden ser paliadas si se administra en forma de un complejo ascorbato-mineral. De esta forma, el ácido ascórbico que se encuentra unido a minerales contrarresta la acidez del ácido ascórbico. Además la absorción intestinal de la vitamina C varía en función de la dosis. Cuanto más se incrementa la dosis más se va reduciendo la absorción por lo que al final se asimila una cantidad menor de vitamina C en nuestro organismo. Por tanto, al final se trata de optar por las formas de vitamina C de alta absorción como la incluida en el complejo ascorbatomineral que permite una óptima absorción tanto de la vitamina C como de los minerales.
Bioflavonoides y vitamina C
Los bioflavonoides son unos activos extraordinariamente potentes producidos por el metabolismo de las plantas y que cumplen unas funciones bioquímicas muy importantes para el funcionamiento de las mismas. Son un grupo de sustancias muy heterogéneo (existen 6 subclases) distribuido en muchas frutas, verduras y plantas. Podemos destacar los bioflavonoides procedentes de la cáscara de los cítricos (naranjas, limones, pomelos…) como la hesperidina, otros flavonoides como la quercetina y la rutina o las catequinas del té verde. En general, los flavonoides son potentes antioxidantes, muchos de ellos se asocian a la salud cardiovascular, al fortalecimiento de los vasos sanguíneos, a la función inmunitaria o sus beneficios sobre la alergia. Pero además maximizan los beneficios de la vitamina C cuando se combinan ya que aumenta su absorción y biodisponibilidad siendo activos muy necesarios para que la vitamina C trabaje adecuadamente.