Tras más de dos meses de vacaciones, los alumnos vuelven a la escuela con las pilas cargadas para afrontarse a un nuevo curso lleno de objetivos y tareas. El verano es sinónimo de vacaciones, aventuras y relax, pero, todo se acaba y es el momento de volver a la ansiada, o temida, rutina diaria.
“Volver al cole” es un momento de sentimientos encontrados: alegría por retomar momentos con los compañeros y, tristeza por dejar al lado los momentos de relax. Se retoman los horarios, las tareas escolares y extraescolares, el contacto con los amigos, etc., y es necesario que preparemos a nuestros peques para afrontarlo de forma tranquila y satisfactoria. Te ayudamos a conseguirlo.
¿Qué supone “la vuelta al cole”?
La vuelta a la rutina escolar no es un momento fácil para muchos alumnos, ya que, es un nuevo cambio a una rutina menos flexible que en vacaciones. Hay niños que están encantados de volver y encontrarse con sus amigos, volver a colorear, en definitiva, disfrutar de la experiencia enriquecedora de aprender. Pero otros muchos, no lo llevan tan bien, la vuelta a los horarios, el distanciamiento de sus padres, etc., les puede crear ansiedad, apatía o tristeza, o el síndrome denominado post-vacacional. Somos nosotros, los adultos, quienes como padres y profesores, tenemos que darles las claves para que la vuelta al cole sea lo más gratificante posible.
¿Cómo pueden ayudar los padres a retomar la rutina escolar de manera satisfactoria?
Para que la vuelta a la escuela no suponga un momento amargo y trágico para los niños y adolescentes, existen algunos consejos que pueden seguir los padres.
Seguro que ya estarás informado sobre muchas de las cosas que debes hacer para una vuelta al cole sin estrés:
- Reajustar horarios con antelación
- Hazles partícipes de los preparativos
- Planifica al detalle el día X
- Organiza momentos de relax familiar
- Crea herramientas de resiliencia
- Incorpora el ejercicio diario moderado
- Crea el hábito del desayuno saludable
No obstante, no solo debemos poner el foco en el alumno, sino que, también es un buen momento para que padres y docentes compartan sus ideas respecto a una educación más implicada en su futuro.
Los docentes también pueden participar en una vuelta al cole gratificante
La nueva rutina escolar no solo se retoma por parte de las familias, sino que también deben estar implicados los centros educativos y los docentes. Y, lo primero a lo que deben enfrentarse es a las emociones de los más pequeños. Tanto los padres, como los docentes, deben proporcionarles las herramientas emocionales necesarias para ir adaptándose a todos los cambios que se van encontrando en su vida. No siempre es fácil, pero hablar sobre sus sentimientos, sus frustraciones, o sus miedos, les ayudará a manejar correctamente el plano emocional y a tolerar mejor todos los cambios. Pero ¿qué más pueden hacer los centros educativos?
¿Cómo deben motivarles para aprender?
Actualmente, y de acuerdo con la UNESCO, el ser humano debe ser formado íntegramente para conseguir que su desarrollo sea total. Por ello, deben implicarse todos los aspectos relacionados con el desarrollo cognitivo, el desarrollo social, el potencial humano y el desarrollo emocional. Sin estos pilares no se llegará al desarrollo integral de las nuevas generaciones.
La nueva sociedad nos obliga a cambiar el paradigma educacional. El niño ya no debe ser un mero receptor de información, sino que debemos utilizar todas sus capacidades para que ayudarle a aprender, a profundizar, a enriquecerse y a adaptarse continuamente dentro de este mundo cambiante.
La educación debe basarse en: aprender a conocer, aprender a ser, aprender a convivir, y aprender a hacer. Ya no es necesario enseñarles la lista de los ríos de memoria, o las diferencias entre animales y vegetales… Hay que enseñarles a buscar y compartir los nutrientes que necesitamos para vivir, o cuáles son los hábitos que ayudan a mejorar la salud de los humanos. Debemos enseñarles a ser críticos con todo el saber del que disponen a su alrededor a lo largo de toda su vida.
Sin embargo, también es importante que desde la infancia se instauren conocimientos, o herramientas, que nos ayuden en la edad adulta. Estos aspectos sientan las bases desde las que nos movemos como adultos. Uno de ellos es la adquisición de hábitos de vida saludable, o aquellos comportamientos y conductas que llevan a los individuos a alcanzar un nivel de bienestar general óptimo. Y ¿por qué es primordial mantener un estilo de vida sano? Unos hábitos saludables te ayudarán a estar bien en todos los aspectos de tu vida, no solo físico, sino también en el área mental, emocional, y social.
Los pilares de las rutinas saludables.
Cómo decíamos, dentro de los pilares de la educación no debemos olvidar la importancia que tienen los hábitos sanos y saludables.
La mayoría de nosotros no prestamos demasiada atención a la importancia de la alimentación y el descanso para el estudio. Solemos abusar de alimentos rápidos y estimulantes que nos permiten un rendimiento a corto plazo, sin prestar una especial atención a las cosas que realmente son beneficiosas para nuestra productividad.
Igual que en la educación, también existen unos pilares fundamentales dentro del estilo de vida saludable: una alimentación sana y equilibrada, una correcta hidratación, un descanso adecuado, y una actividad física moderada. Cualquier rutina de nuestros pequeños, debe contener un equilibrio entre estos pilares si quiere mantener el rendimiento intelectual a lo largo de todo el año escolar.
Mejorar tus hábitos saludables con una alimentación sana
De entre estos aspectos que configuran un estilo de vida saludable, hoy en día la alimentación es en concreto un tema controvertido debido a nuestro estresante estilo de vida.
Desgraciadamente, muchas veces los peques de la casa no desayunan ni comen con nosotros. Por eso, debemos hacer un especial esfuerzo para asegurarnos de que sus menús sean sanos, equilibrados y que contengan todos los nutrientes necesarios. En algunos casos es bueno ponerse bajo la supervisión de un profesional, y ayudarles con una suplementación. Por ejemplo, Multi Peques nos aporta 18 nutrientes esenciales, una alta concentración del complejo B completo y vitamina D3 necesaria para el desarrollo de los huesos. Esta vitamina, también, tiene un papel muy importante en el sistema inmune, tan relevante para esos primeros días, donde los más peques están aún más expuestos a nuevos virus.
Para que su rutina de “vuelta al cole” sea de “calidad” debemos asegurarnos de que exista un perfecto equilibrio entre los diferentes pilares de los hábitos saludables. Y, por supuesto, no debemos olvidar invertir tiempo de calidad con nuestros pequeños para ayudarles con su salud mental y emocional. Cuanto más tiempo de calidad invirtamos en ello, mayor probabilidad de éxito tendrán en el futuro.